Principio y regla fundamentales de la bioética materialista atendiendo a las operaciones ejercidas sobre vivientes no humanos: Principio de maleficencia
En cuanto a las operaciones de construcción o destrucción de vivientes no humanos, nos atendremos a un principio general que sería preciso reconocer como un cierto “principio de maleficiencia” (si es que el mal puede ir referido a los vivientes no humanos). En este sentido, cabe decir que es un principio bioético fundamental de la bioética materialista el reconocer la necesidad de la maleficiencia referida a la vida vegetal o animal, en la medida en que esta vida haya de ser utilizada en beneficio de la vida humana; y todo esto dicho sin perjuicio del reconocimiento de la unidad de la biosfera, antes bien, fundándose en esta misma unidad. El principio general de “maleficiencia” comporta especialmente: (a) El principio de sacrificio sistemático de plantas o de animales necesarios para la alimentación humana o para su medicación. (b) El principio de la manipulación de los animales a fin de extraer partes formales suyas transplantables. (c) El principio de experimentación en animales con gérmenes infecciosos, vivisección, etc.